Hay que tener en cuenta que cada planta tiene una necesidad diferente en cuanto a la cantidad de agua que tiene que recibir por día. Algunas pueden tolerar la falta de agua por un determinado tiempo, y otras no.
Pero hay otros factores que también inciden de manera directa sobre el riego. La temperatura del ambiente, el clima, el viento, la intensidad de la luz, la humedad… Todos estos aspectos son muy importantes y se tienen que considerar antes de empezar la tarea del riego sobre una superficie.
Un dato fundamental para tener en cuenta es que algunas plantas sufren si reciben demasiada agua. Nunca hay que pensar que si se excede en el riego no afectará a los cultivos, ya que es un grave error.
Compartimos los consejos de Carolina Pell – Ingeniera Agrónoma.y Paisajista ¡Jardinera Feliz!, en una nueva columna para «Rayos X» por Radio X Pilar.