Yoel Peralta se impuso sobre el entonces invicto Gerónimo Vázquez, por puntos, en un amplio fallo unánime, tras diez asaltos, y así conquistó el título latino welter de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), que se encontraba vacante, en uno de los combates estelares de la velada desarrollada el sábado por la noche en el Casino Buenos Aires, de la ciudad homónima.
En un encuentro que controló de principio a fin, Peralta (ahora 13-1-1, 3 KOs), N° 3 del ranking argentino welter y que fuera monarca latino plata welter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), exhibió toda su inteligencia, velocidad, precisión de impactos y dominio de ring, para derrotar con suma holgura a Vázquez (15-1, 3 KOs), N° 6 del mismo escalafón, que se estrenaba como estelar, y se vio totalmente superado. Con una concentración que jamás mermó, Peralta (66,400 kg.) hizo pesar su mayor experiencia, nivel de oposición y capacidad boxística para anticipar cada cruce, explotar las fragilidades defensivas y conectar permanentes impactos al rostro de Vázquez (66,400 kg.). Así fue que ya en el primer round lo encontró mal parado y lo derribó con una izquierda y derecha arriba. Conforme transcurrían los minutos, las diferencias se agigantaban. El bonaerense estaba cada vez más suelo; el pampeano, frustrado. Tan es así que en el quinto, Vázquez -que ya tenía un corte por golpe legal sobre su rostro- aplicó un mordisco por lo que el árbitro Gerardo Poggi le descontó un punto. Todo era del “Chacal”. Enfocado en todo momento, trabajó con profundos jabs, rectos, cross y uppercuts al rostro rival. La pelea parecía tener poco sentido. Era un monólogo. Solo la valentía mantuvo sobre el ring a un “Caballero” lastimado y sin respuestas. Como si fuera poco, sobre el final, Peralta lo desbordó con dureza.
Las tarjetas de los jueces, Javier Geido, Jorge Gorini y Carlos Azzinnaro, lo dijeron todo, al coincidir en 100-88 para Peralta.
Veloz desde la primera campana, Peralta eludió los avances rivales y filtró punzantes derechas por adentro de la guardia rival. Así fue que en el asalto inicial, con el pampeano mal parado, “El Chacal” impactó su cross zurdo y su derecha a la mandíbula de un rival que apoyó rodilla en el suelo. Tras ello, el bonaerense repitió sus rápidas derechas plenas al mentón. Tan es así, que le fue tomando los tiempos y las distancias. Incluso en el segundo, “El Caballero” ya sufrió una hemorragia nasal. Seguro, a partir del tercero Peralta añadió sus ganchos zurdos a la zona hepática. El pómulo derecho de Vázquez sangraba ya desde el cierre del capítulo, y se acentuó en el cuarto. Los uppecuts diestros del “Chacal” encontraban destino en un frustrado pampeano.
Tal era la incomodidad del “Caballero”, que en el quinto capítulo salió desbocado y recibió un punto de descuento por morder a su rival, por parte de Poggi. Con soltura e inteligencia, el bonaerense controlaba cada acción. El control de ring, distancias y tiempos era evidente, tanto como la ventaja de Peralta. Sumado a ello, la herida en el ojo derecho del pampeano le dificultaba aún más un andar, que ya no presentaba reacción posible.
Lastimado y sin respuestas boxísticas, Vázquez salió al noveno. Enfrente, Peralta jamás mermó la concentración. Anticipó todo cruce, y combinó veloces ráfagas de tres golpes al cuerpo y rostro pampeano. Con un trabajo lucido, “El Chacal” mantuvo el dominio sobre el final y hasta descargó dos potentes cross diestros al pómulo, para cerrar un desempeño convincente.
A los 28 años, Peralta, hermano menor del multicampeón Yamil Peralta, quien tras primero igualar con Nicolás Andino, derrotar a Braian Ronner, sumó su segunda corona, puesto que el pasado 10 de junio había derrotado a Andino en fallo unánime en la revancha por el cetro latino plata welter CMB, y llegaba del 14 de octubre noquear por segunda vez a Denis Andrade, en tres rounds. En tanto Vázquez, de 24, quien combatía por primera vez a diez capítulos y venía del 18 de noviembre doblegar a Dimas Garateguy en fallo unánime, resignó su invicto.